La casa se viste de...
Algo de las cosas que conviven con nosotros, hay más pero esto es algo... (perdón por las fotos, pero es medio imposible sacar buenas fotos sin luz natural y un buen flash!)
Un vestido todo glamour que se mezcla con la pared by Gaba Sans sweet.
Un trío de tango comprado en el colorido Caminito de la Boca por algún pintor.
Un regalo de cumpleaños hecho a mano, allá lejos y hace tiempo, por quien era una muy buena amiga.
Una foto de las inexistentes Torres gemelas de NY by Eva Fisher.
El regalo de graduación de mi familia, un cuadro de José Novoa, un gran artista y casi familia, que nos dibuja un horizonte en el living.
La reciente adquisición via el blogworld, la reproducción número 45/50 de un cuadro de Camilla Engman, y en el sobre vinieron dos ilustraciones más que me encargué de enmarcar también.
Mi ya viejo compañero Corto, pintado por mi amiga María R.
Un antiguo stencil japonés, usado para decorar las sedas que iban a ser futuros kimonos, regalo de los padres de Scott.
Un poema de Kafka, grabado sobre madera que empieza así: "Vine al mundo con una bella herida...", un regalo de mi tía y artista Monique, quien me lo ofreció por mi graduación también.
Uno de los regalos de San Valentín que Scott me regaló, mostrando su corazón...
y uno de mis regalos más preciados, una caja hecha por mi genial abuela Renée.
Un vestido todo glamour que se mezcla con la pared by Gaba Sans sweet.
Un trío de tango comprado en el colorido Caminito de la Boca por algún pintor.
Un regalo de cumpleaños hecho a mano, allá lejos y hace tiempo, por quien era una muy buena amiga.
Una foto de las inexistentes Torres gemelas de NY by Eva Fisher.
El regalo de graduación de mi familia, un cuadro de José Novoa, un gran artista y casi familia, que nos dibuja un horizonte en el living.
La reciente adquisición via el blogworld, la reproducción número 45/50 de un cuadro de Camilla Engman, y en el sobre vinieron dos ilustraciones más que me encargué de enmarcar también.
Mi ya viejo compañero Corto, pintado por mi amiga María R.
Un antiguo stencil japonés, usado para decorar las sedas que iban a ser futuros kimonos, regalo de los padres de Scott.
Un poema de Kafka, grabado sobre madera que empieza así: "Vine al mundo con una bella herida...", un regalo de mi tía y artista Monique, quien me lo ofreció por mi graduación también.
Uno de los regalos de San Valentín que Scott me regaló, mostrando su corazón...
y uno de mis regalos más preciados, una caja hecha por mi genial abuela Renée.
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